Ficha

Vigila cuando te leas las manos; cuando te las leas tú. Mira las formas del cielo y descubre los mil caminos que te vas a encontrar a tu paso. Abre bien los ojos. Todo lo que ocurre a nuestro alrededor, aunque no lo percibamos conscientemente, está rodeado de un halo de misterio. Las cosas que encontramos en nuestro paseo cotidiano, esa ventana que creíamos haber cerrado y ahora encontramos abierta, ese ruido imposible o ese aliento que nos llega preñado de recuerdos. Cuantas veces decimos: esto es un sueño, tengo que abrir los ojos y acabamos descubriendo que ya los tenemos abiertos, que el sueño forma parte de lo que tenemos alrededor, que nos acompaña pegado a nuestra piel. El misterio está a la vuelta de la esquina y no nos va a preguntar la opinión que nos merece el próximo desenlace. Describimos nuestro suicidio y nos regodeamos con los amigos que vienen a contemplarnos. Abrimos la boca y creamos una situación que se nos escapa de las manos sin que lleguemos a entenderlo, pero cuantas cosas nos ocurren que no entendemos, que nos crean un desasosiego y nos arrojan a un vacío lleno de imágenes que llegan del pasado y nos acompañan a un futuro incierto que abriga mil y una sorpresas. Nos encontramos y nos cuentan situaciones que no nos atrevemos a creer o que nos producen hilaridad, pero no es un mundo cada persona, al menos eso dice la “vox populi”. Abrimos nuestras venas y fluye un poema que a primera vista parece incomprensible, pero si vas juntando los fragmentos nos aparece toda una vida. Una ambulancia se convierte en un mundo y las calles amenazan una muerte inminente. Es un pasado lleno de cicatrices, es el presente agonizando y es un futuro amenazador. Todo ello sumergido en un puñado de frases, de palabras, letras y términos de puntuación. Ahí queda eso para meditar y mirar alrededor nuestro y buscar respuestas a lo desconocido, quizá lo imposible. Tal vez a encontrar una sonrisa olvidada. Ya veis, os he puesto en aviso de todas las historias recogidas en este librito sin descubriros nada. Eso os corresponde a vosotros. Espero que la lectura de las siguientes historias consiga arrancaros una sonrisa o una reflexión; que os sumerja en un mundo que alguna vez se os pasó por la mente e incluso llegue a crearos cierto odio o desprecio por la raza llamada humana, aunque esos cuentos no representan una denuncia, más bien forma parte de otra posibilidad dentro de este-nuestro mundo.