Martínez Olguín nos ofrece las herramientas para comenzar a hacerlo – no para considerar que la empresa esté o puede alguna vez darse por concluida. El concepto central en la caja de herramientas ofrecida es el de “expresión”. A partir de esta noción, tomada de la filosofía estética de Maurice Merleau-Ponty y reactivada para el pensamiento político y la interrogación de la cuestión de la democracia, Martínez Olguín dialoga con las ideas de la “carne de lo social” y sus “estilos” políticos, para luego ofrecer una crítica de lo que llama el “re-pliegue” ético de la democracia. Pero como decíamos, el libro no se detiene en la elaboración teórica, sino que incursiona decididamente en la interpretación de nuestro presente. Y es allí cuando el li